
Que es el PAM
El Proyecto Anarquista Metropolitano es un grupo de militancia anarquista que brega por la organización, cuyo fin es impulsar y propagar las tácticas y objetivos del anarquismo.
Como anarquistas abogamos por la abolición del capitalismo y de su órgano sustentor: el Estado. Asimismo, combatimos por igual cualquier institución de coerción social, psicológica y económica que de pie al sostenimiento de la sociedad de clases actual, puesto ésta representan una traba al libre desarrollo de la humanidad.
Rechazamos el modelo capitalista imperante en la sociedad, bajo todas sus formas, por ser causa principal de toda iniquidad basada en la explotación y la desigualdad social; en donde la burguesía, amparándose en el derecho de propiedad, es dueña y acaparadora de los medios de producción y distribución (industrias, maquinaria, transportes, tierra, recursos naturales e infraestructura en general). Esta minoría (la burguesía) se ve cobijada bajo el privilegio de gozar del producto de la riqueza social, gracias al trabajo explotado que le rinden las clases trabajadoras (no-propietarias), permitiéndole existir a expensas de la expoliación de éstas últimas.
El capitalismo, esté dirigido por el Estado (proteccionismo-nacionalización-estatismo) o por la libre empresa (libre mercado, liberalismo, neoliberalismo...), sólo propicia la acumulación de riqueza en posesión de unos cuantos. Contrario a este sistema económico reivindicamos el comunismo libertario, por ser éste la única vía por la cual el trabajo será emancipado, garantizando la satisfacción de todas las necesidades humanas.
Bajo la premisa del trabajo y consumo en equidad, abolida la labor asalariada, todos aportarán su actividad laboriosa para producir lo indispensable a los requerimientos de una sociedad libre (educación, salud, alimentación, etc.). Impidiendo el germen del parasitismo y el oportunismo de quienes pretendan vivir del trabajo ajeno.
Por otra parte, el Estado además de ser la coerción institucionalizada de la burguesía, es una estructura jerárquica y autoritaria, que con sus aparatos legales y fundamentos jurídicos (legislaciones, leyes, magistraturas, constituciones…), ideológicos (escuelas, medios de comunicación) junto con sus cuerpos de defensa (policía y ejército), se encarga de mantener la vigencia del orden de explotación existente, asegurando la manutención de clases.
Siendo éste un órgano de carácter burgués, no puede de ninguna manera resultar benéfico o útil a la causa de la clase explotada y oprimida (como contrariamente lo pretenden las corrientes marxistas)
Por sí mismo, para su funcionamiento, el Estado engendra -inevitablemente- una casta parasitaria de funcionarios y ocupantes de cargos de carácter “administrativo” (burocracia). Solapados por las necesidades del “buen funcionamiento de la sociedad”, se encarnan en el conjunto de ésta viviendo a su expensa, crean intereses propios y se erigen como su directora y dominadora. Lo cual es confirmado de manera cruda en los Estados y ex-Estados autodenominados socialistas, donde la burocracia funge una posición equiparable a la de la burguesía dentro del sistema de explotación capitalista.
Por lo tanto, si se pretende la instauración de una sociedad donde la división de clases sea suprimida, por ende, la existencia de un Estado (tildado de proletario, supuestamente llamado a organizar la sociedad comunista) lo único que propicia es la perpetuación de la sociedad de clases, de dirigentes y dirigidos, de dominadores y dominados, prevaleciendo las contradicciones generadas por la explotación económica, precipitando el fracaso al objetivo de la libertad y la igualdad, y allanando el camino a la reacción o a la brutal consolidación de la opresión de una minoría (compuesta de mandamases, miembros del partido dirigente, altos mandos del ejército y la burocracia…) sobre la gran mayoría sometida al trabajo productivo. En este aspecto la historia reciente muestra ser más implacable que las palabras.
Como organización anarquista rechazamos la práctica autoritaria, por el contrario proponemos la responsabilidad colectiva en la libertad e igualdad de los miembros, dejando fuera toda pretendida dirigencia y/o centralismo (propias de organizaciones burguesas).
Al igual, siendo consistentes con nuestros planteamientos y objetivos renunciamos a la participación, colaboración y/o alianza con las organizaciones autoritarias y políticas burguesas (todas las facciones de la izquierda y derecha del capital, ONG´s, partidos y sindicatos). Siendo que dichas organizaciones son avales del reformismo, en toda coyuntura juegan el papel de mediadoras y conciliadoras con el Estado, dando por resultado la limitación de las verdaderas aspiraciones revolucionarias del pueblo trabajador.
Por todo ello, hacemos el llamado a que personas y compañeros interesados en este proyecto sumen esfuerzos. A sabiendas de que esta tarea requiere de constante contundencia y permanencia, para una real preparación a tomar parte constructiva en la revolución social, como militantes del anarquismo, asumimos la obligación y la responsabilidad de dar pie a la continuación de la emancipación social.
¡Salud y Comunismo Libertario!
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